Los operadores de telecomunicaciones en Brasil están preocupados por el espectro que la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) ha reservado para las redes privadas, principalmente en la frecuencia de 3.5 GHz.
En respuesta a la Consulta Pública N° 74, Claro cita un desequilibrio competitivo en las reglas de la Anatel porque cualquier empresa puede brindar el servicio de red privada 5G prácticamente sin costo, compitiendo con operadores que realizaron altas inversiones en la subasta para adquirir el espectro. La GSMA dice que la asignación de frecuencias para el Servicio Limitado Privado (SLP) limita la expansión de los servicios de conectividad. Y TIM menciona la priorización de SLP sobre la comunidad.
La consulta de la Agencia tuvo como objetivo recabar información sobre los aspectos técnicos asociados al SLP para sustentar la “propuesta de actualización de las condiciones de uso del espectro por parte de los sistemas de telecomunicaciones antes mencionados”.
Relacionado: Falta integradores para potenciar redes privadas en Brasil: Anatel
Claro
Según Claro, al calcular el precio del espectro en la subasta de 5G, la Anatel consideró los ingresos que se obtendrían en el mercado corporativo con redes privadas. Por lo tanto, “cualquier medida de la Anatel que pudiera generar un desequilibrio en este mercado podría tener un impacto significativo en los operadores y sus planes de negocios que fueron elaborados en el momento de la adquisición de estas radiofrecuencias, además de ciertamente impactar el valor calculado del VPL para cada lote de frecuencia al momento del Aviso Público y que definió el valor de la licitación”.
Claro también señala que cualquier empresa puede brindar el servicio de red privada 5G “prácticamente sin costo”, basta con firmar un acuerdo con un proveedor de infraestructura. Esto generaría una asimetría en las condiciones de competencia con los operadores.
“Tanto la implantación de la red de telecomunicaciones como la operación del servicio generan un desequilibrio competitivo difícil de igualar por parte de empresas que realizan grandes inversiones en radiofrecuencia”.
La sugerencia de la empresa es adaptar los criterios de cálculo del precio público por el derecho de uso de frecuencias en SLP, “con supuestos similares a los adoptados en la licitación, incluyendo la granularidad de la concesión (nacional o autonómica)”.
Lea también: Operadores defienden diálogo con industria para crear aplicaciones 5G
GSMA
La asociación de operadores móviles ensalza los beneficios de las redes privadas, como dar a la empresa un mayor control sobre las opciones de implementación, seguridad, equipos y dispositivos; y compara la capacidad de los operadores, que pueden brindar varios servicios en una misma radiofrecuencia, con las industrias, que sólo utilizan el espectro para sus servicios específicos, “sin preocupaciones e incentivos por ampliar la conectividad o la multiplicidad de uso de una porción del espectro”.
La preocupación de la entidad es que reservar espectro para redes privadas limita la expansión de los servicios, lo que se traduce en una mayor escasez de frecuencia y precios más altos.
TIM
TIM enfatiza que el Servicio Móvil Personal debe ser privilegiado en relación al SLP, por su carácter colectivo. “A juicio de TIM, la preponderancia de los servicios de interés colectivo en relación a los servicios de interés restringido debe observarse siempre como fundamento de la política regulatoria para la planificación y gestión del espectro radioeléctrico”.
El operador también dice que una eventual popularización de las soluciones SLP e Internet de las Cosas (IoT) podría comprometer el servicio con otros servicios de interés colectivo y destaca la competencia de la industria con las telecomunicaciones, que desembolsó más de 3 mil millones de reales por lotes en el banda de 3.5 GHz y alrededor de 350 millones para lotes en la banda de 26 GHz.
La sugerencia de TIM es que al poder utilizar las bandas de 3,700–3,800 MHz, 27.5–27.9 GHz y 5,925–7,125 MHz para servicios móviles de interés colectivo, “la Anatel debe priorizar esa evolución regulatoria para el mediano plazo, desarrollando un plan de compatibilidad futuro, incluso, si es necesario, dejando libres las bandas de radiofrecuencia en cuestión por sistemas adyacentes o coubicados, en particular, los satelitales”.
